Es una celebración algo agridulce. Quiero pensar que es mi vuelta definitiva y que tengo que empezar a vencer a los demonios que me impiden seguir en el mundo digital, vencer al desánimo de pensar "para qué".
Me sigue encantando traducir en palabras lo que pienso sobre las cosas que se refieren a los niños, ya que no paro cada día de aprender de ellos.