En mi post "Los Guantes de Pipo", os dejé un cuento propio, el cual yo misma había usado en el colegio como herramienta para dar una enseñanza, y que resultó bastante útil y satisfactorio.
Hoy coincidiendo con el #DíaDeLaTierra quiero dejaros una pequeña historia de concienciación sobre la huella del hombre en el medio ambiente. Si las cosas no cambian, si seguimos maltratando la Tierra como lo estamos haciendo, quizás lleguemos a los límites que esta historia nos cuenta.
No hay mejor manera de enseñar a cuidar la tierra, que concienciar de su importancia, y de lo que hacemos mal desde pequeños, para que no llegue ese momento, y la Tierra enferme.
Dejemos esa pequeña huella en sus mentes inquietas.
En el colegio suelo improvisar cuentos en algunos momentos, sobre todo, cuando tengo que explicar alguna conducta no correcta, porque a través de un cuento, al ser más ameno, los niños lo asimilan mucho mejor.