Mi visión y experiencia sobre crianza, maternidad, educación y muchas más cosas de manera clara y sin censura.

En Navidad no son todo luces, también hay muchas sombras


Sé que este post os va a sonar a poco optimista e incluso llegando a ser pesimista, me gusta más pensar que atiende más bien a una realidad, porque en Navidad no todas las luces brillan, y también a veces escribimos influenciados por una situación, un estado de ánimo o simplemente un idea surgida en cualquier momento.

¿Por qué tengo que vivir con miedo a que mi hija llegue a la edad de empezar a salir sola?



Quizás este post se salga un poco de mi temática habitual, aunque aún no tenga muchos posts publicados, pero mi idea era hablar principalmente, sobre crianza, eduación y temas sobre todo relacionados con los hijos.  Pero la rabia y la impotencia casi me obligan a sacar las palabras y plasmarlas en algún lado.  Además en cierta manera, he enfocado el post a los hijos, porque como dice el título "Por qué tengo que vivir con miedo a que mi hija llegue a la edad de empezar a salir sola", una preocupación cada vez más creciente con todo lo que está ocurriendo con la violencia de género, los abusos sexuales y hasta los asesinatos.

La Navidad en los ojos de un niño





Trabajo a diario con niños y cuando llegan fechas señaladas del año para ellos como Halloween, Navidad, y otras tantas dependiendo de donde vivamos, comienzan los comentarios, comienzan las horas interminables escuchando cosas relacionadas con la festividad que corresponda, por supuesto, toca hacer mil manualidades, dulces, galletas sobre dicha festividad, y claro no podemos olvidar los queridos disfraces para las fiestas que se organizan en el colegio, barrio, ciudad, que si no tenemos la suerte de encontrarlos en las tiendas toca hacerlos a mano, para quien de verdad se le de bien esas cosas (a mí ponme todas las manualidades que quieras que la costura no es lo mío).

"Hijo, si a ti te pegan, tú pegas". Cómo, confundir a tu hijo.





Tarde cualquiera de día cualquiera, vas al parque con tus hijos con la esperanza de pasar un rato tranquilo (aclárese que las madres ponemos la esperanza en muchas cosas para entretener a nuestros hijos y la verdad que el 90% son fallidas).

Te encuentras con familias con niños, donde todos juegan con tranquilidad, incluso ves que tu hijo se ha hecho un nuevo amigo o amiga con el que comparte un juego de pillar.  Hasta ahí todo perfecto.

Ya no soy la misma mujer


En el momento que nos convertimos en madres, hay muchos cambios en nuestra vida, pero sobre todo cambiamos como mujeres.  Hay ciertos cambios tanto físicos, psicológicos, sociales que hacen que nos convirtamos en otra mujer, ni mejor ni peor solamente distintas. 

Entradas más leídas

Suscríbete y recibe aviso de nuevas entradas en tu email


Escribe tu email:





El responsable del fichero, Hijosmanual, recoge estos datos a través de FeedBurner para el envío exclusivo de nuevas entradas del blog al que se suscribe. Al marcar la casilla de aceptación das tu consentimiento. Esta información quedará almacenada en los servidores. Puedes ver más en Política de Privacidad