Quizás después de leer este post penséis que soy un poco extremista, pero después de mucho pensarlo de mucho hablarlo con la gente sigo pensando lo mismo y lo seguiré pensando, supongo que soy un poco dura de "mollera".
Cuando unos padres son primerizos, y todos los que somos padres hemos pasado por eso, ya tenemos bastante preocupaciones como para tener que estar pensando en que piensan los demás o que opinan los demás. Pero aún así la mayoría de los padres se empeñan en ser políticamente correctos (aunque en estos tiempos lo político no vaya de la mano con lo correcto), es decir que quieren quedar bien con todo el mundo, quieren tener contentos a todos, no saben decir a nada que no.
Comenzamos con el tema del embarazo. ¿Por qué estoy en la obligación de comunicar a mis familiares que nuestra familia está buscando un bebé? Entiendo que precisamente es un tema del núcleo primario de familia, es decir padre y madre, no de abuelos, tíos u otros familiares. ¿Por qué entonces ciertas personas se enfadan si no se les comunica cuando ellos quieren y se hace cuando lo ven conveniente los padres de hacerlo?
Hay muchos padres, que aún teniendo dudas y teniendo incluso muchos problemas para buscar un embarazo se ven obligados a tener al día a sus familiares, con el estrés que provoca dar explicaciones en cada reunión familiar.
Y una vez que llega el embarazo, a los padres les suele hacer mucha ilusión comunicarlo, porque es una noticia especial para compartir, pero muchos padres prudentes prefieren esperar a la primera ecografía que confirme todo, o a la revisión del primer trimestre porque aún hay mucho riesgo de un aborto espontáneo. Pero siempre se encuentran con la nota discordante, el familiar que les protesta por esperar tanto en decirlo, en vez de alegrarse con ellos, cuando ya hacen oficial la noticia.
Llegados a este punto parece que se abre la ronda de preguntas, comentarios y consejos de todo el mundo. "Ahora tienes que empezar a alimentarte bien", claro porque ahora solo me alimentaba de lacasitos. "Ni se te ocurra ir al gimnasio" Por supuesto que voy a ir y voy a levantar las pesas de 25 kg. "Ahora te toca cuidar de tu mujer" Sí porque el embarazo es una enfermedad que necesita de cuidados intensivos. Y por supuesto, las respuestas tienen que ser educadas y no puedes quejarte de nada. Perdonad, puede que suene un poco irrespetuoso, pero algunas veces lo que hacía era desconectar, tipo Homer Simpson y el mono con platillos.
A medida que va avanzando el embarazo cada vez son más incómodos y más recurrentes. Y no puedes otra cosa que contestar con educación como he comentado antes y asentir, pero no dar demasiada información que no quieras dar y listo. Entiendo, que la mayoría no son malitencionados, y comprendo que en el caso de las abuelas, es porque se preocupan, no pueden evitarlo, pero si se limitaran a darnos consejos cuando se les pide quizás sería mucho mejor, porque no nos crearían el cacao mental que algunas veces nos crea escuchar una cosa distinta de cada persona con la que hablas.
Llega el día del parto, como comenté en el post "Lo que no se habla sobre el parto" los padres están en un estado de tensión y nerviosismo bastante grande como para tener que hacer una convocatoria extraordinaria de las cortes generales de la familia. Es verdad que whatssap ayuda a comunicarlo con facilidad y a mucha gente a la vez. Pero la verdad que jamás entenderé que ayuda una familia completa, en la sala de espera durante la dilatación, donde solo puede haber una sola persona con la embarazada en la habitación o el paritorio, según sea el caso y normalmente es el padre. Pero bueno, para tenerlos contentos e incómodos en la sala de espera, la mayoría de los padres primerizos, comunican que ya están de parto a toda la familia.
Y allá que van todos, y en masa, yo he visto salas de espera llena de familiares y solo dos pacientes.
Ya está el bebé en el mundo, y entonces comienza otro de mis momentos favoritos, las visitas.
¿Cómo soléis recibir vosotros las visitas en casa? En primer lugar, las recibo cuando las he invitado. Segundo, las recibo descansada, tranquila, arreglada, con ganas de hacerlo.
Una madre después de un parto, cesárea o cualquier variante, está dolorida, cansada o mas bien extenuada, sucia porque ha sudado mucho, con una bata de hospital y sin ropa interior. Blanca como una pared y con muchas ojeras si la dilatación ha sido larga.
En serio, alguien se puede creer que quiera recibir a la familia, amigos y a todo el que quiera presentarse.
Además al niño están haciéndole pruebas y están continuamente llevándoselo las enfermeras, y si ya han acabado, él también querrá dormir o comer, no que se lo pasen 20 personas de brazo en brazo.
Yo directamente, no avisé a nadie hasta que los tres, también el padre está cansado, estuvimos preparados para recibirlos, que fue cuatro o cinco horas después del nacimiento. Y por supuesto, solo avisamos a los abuelos. En el segundo hicimos igual porque nos fue muy bien en el primero.
Si encima tu parto es en un hospital público, como me pasó a mí, tuve que aguantar las visitas multitudinarias de mi vecina de habitación, hubo momentos que en nuestra habitación había como 20 personas y no precisamente silenciosas, respetuosas y que dieran la enhorabuena y se fueran, se acomodaban y pasaban allí un buen rato.
Imaginaros como era para mí el solo hecho de ir al baño, toda una odisea.
Nos dan el alta y comienza un nuevo mundo para los padres, ya que todo es desconocido y creemos que no hacemos nada bien.
Además al principio, no hay tiempo para nada, porque todo se lo dedicas al bebé, duermes poco y en algunas ocasiones a las madres incluso las hormonas les juegan una mala pasada, como me pasó a mí que lloraba por casi todo.
Pues si a eso le unimos que tienes que atender a gente que le apetece presentarse en tu casa a conocer a tu bebé, fantástico. Sonrisas, regalos, enhorabuenas, agradecimientos y más consejos, todo en un ambiente de cordialidad, pero realmente tú lo que quieres es que se vayan y te dejen en paz.
Nosotros directamente, comunicamos por Whatssap el nacimiento y también que las visitas avisaríamos cuando podrían ser, porque ahora nos tocaba centrarnos en nosotros.
Sé que pudo no sentar muy bien a todo el mundo, pero con sinceridad, me da exactamente igual, porque en esos momentos hay que ser egoístas y pensar solo en lo verdaderamente importante, vosotros y vuestro bebé.
Y otra vez se abre la ronda de preguntas, comentarios y consejos. Todo hay que decirlo, alguno que otro consejo sí que es verdad que lo agradecerás, porque estás mas perdido que Tom Hanks en la película "Naúfrago", pero cuando una abuela te dice, "yo no di pecho porque mi leche no alimentaba" y tú matándote porque la lactancia salga bien, y la otra te dice: "en el ombligo hay que echarle alcohol", y tu se lo lavas se lo secas bien y no le echas nada, solo se lo tapas, pues la verdad que empiezas a tener más dudas, y al final donde terminas, en el pediatra o en mi caso en la matrona que es una máquina.
Algunos pediatras con todo el respeto a la profesión, deberían tener mas empatía con los primerizos, no generalizo, son casos aislados, o por lo menos ser "políticamente correctos" y no decir a unos padres que no saben qué hacer, razón principal por la que van al pediatra con su bebé: "Anda eso son tonterías", "como se nota que sois primerizos" y frases que no ayudan nada, y hacen que pierdas la confianza en él.
Por eso papás primerizos del mundo, revelaros, dejad de querer contentar a todos y sed egoístas, os toca como padres recién estrenados, porque ya la paternidad tiene lo suyo.
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Muy interesante el artículo.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, en algunos puntos el papel del padre es fundamental. Pero claro, tiene que un padre capaz de dar respuestas claras y directas. Especialmente en el tema visitas post-parto, “todo ha ido bien, ahora iros a descansar. Os aviso mañana y conoceis al bebe” … al final en el embarazo, la mujer es el 95%. En el otro 5%, ha de participar el padre, proporcionando un entorno seguro.